(1623-1662)
Científico, filósofo y escritor francés
El corazón tiene razones que la razón ignora.
Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente.
No vivimos nunca, sino que esperamos vivir; y disponiéndonos siempre a ser felices, es inevitable que no lo seamos nunca.
El amor no tiene edad; siempre está naciendo.
Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad.
El hombre está dispuesto siempre a negar todo aquello que no comprende.