El amor nace del deseo respetuoso de hacer eterno lo pasajero.
El amor es como el agua; si no hay algo que lo agite, se pudre.
Siempre ha ganado quien sabe amar, soportar y perdonar, no el que mejor lo sabe todo y todo lo enjuicia.
El día que pasas sin amar es el más inútil de tu vida.
A menudo, el sepulturero entierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd.
Nunca es pequeño lo que se hace por amor.
El amor no tiene edad; siempre está naciendo.
Muy frecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor.
El amor es un sentimiento tan hermoso y tan complejo, que necesita de los demás sentidos para realizarse.
En algún lugar, entre el amor y el miedo, está la pasión.