Una orgía real nunca excita tanto como un libro pornográfico.
No son los dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son, simplemente, distintos.
Los hombres temen más el sexo que las mujeres.
Es una ley inexorable en la vida de los sexos, la acción anafrodisíaca de la costumbre.
El sexo es como una partida de muss, o tienes una buena pareja o una buena mano.
El sexo es la ecuación perfecta pues la mujer eleva el miembro a su maxima expresión, lo encierra entre parentesis, le extrae el máximo factor y por último lo reduce a su mínima expresión.
Evidentemente, el tamaño importa. Pero no siempre un gran tamaño es suficiente para dar la talla.
En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: LA IMAGINACIÓN.
La virginidad no es un don, es una falta de ocasion.
El único acto sexual innatural es el que no se puede hacer.