La amistad es el amor, pero sin sus alas.
Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla su encanto, es un sentimiento que le falta al amor, la certeza.
Los amigos se convierten con frecuencia en ladrones de nuestro tiempo.
La amistad te impide resbalar al abismo.
Este es el primer precepto de la amistad: Pedir a los amigos sólo lo honesto, y sólo lo honesto hacer por ellos.
La amistad es un amor que no se comunica por los sentidos.
Amistades que son ciertas nadie las puede turbar.
La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.
No esperes que tu amigo venga a descubrirte su necesidad; ayúdale antes.
¿Queréis contar a vuestros amigos? Caed en el infortunio.