He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
El amor sin ternura es puro afán de dominio y de autoafirmación hasta lo destructivo. La ternura sin amor es sensiblería blanda incapaz de crear nada.
El hombre que no conoce el dolor no conoce ni la ternura de la humanidad ni la dulzura de la conmiseración.
En el arte como en el amor la ternura es lo que da la fuerza.
La condición de la vida es devorar lo que vive, y quien se sustraiga a ello, por ese sentimiento al que llaman ternura, sucumbe siempre.
La ternura es el reposo de la pasión.
Una mujer sin ternura es una monstruosidad social de la naturaleza.
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