Cuando se habla de estar enamorado como un loco se exagera; en general, se está enamorado como un tonto.
Para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Que feliz soy!
Uno no se enamoró nunca, y ése fue su infierno. Otro, sí, y ésa fue su condena.
Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa.
Un hombre enamorado está incompleto hasta que está casado; entonces está acabado.
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