Marido celoso, no tiene reposo.
Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor.
Celos son hijos del amor, mas son bastardos, te confieso.
Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
Confiar en todos es insensato; pero no confiar en nadie es neurótica torpeza.
Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio.
Las mujeres feas son celosas de sus maridos. Las bonitas no tiene tiempo, ¡están siempre tan ocupadas en estar celosas de los maridos de los demás...!
Pedir celos es despertar a alguien que está durmiendo.
Los celosos son los primeros que perdonan, todas las mujeres lo saben.
Los celos se alimentan de dudas.