Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan.
La pasión para el hombre es un torrente; para la mujer, un abismo.
Se habla sin cesar contra las pasiones. Se las considera la fuente de todo mal humano, pero se olvida que también lo son de todo placer.
Hay quien tiene el deseo de amar, pero no la capacidad de amar.
Sin pasión, el hombre sólo es una fuerza latente que espera una posibilidad, como el pedernal el choque del hierro, para lanzar chispas de luz.
Las grandes pasiones son enfermedades incurables. Lo que podría curarlas las haría verdaderamente peligrosas.
Un hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca.
Las pasiones hacen vivir al hombre, la sabiduría sólo le hace durar.
Perdona a todos tus enemigos, pero no olvides sus nombres.
Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.
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