Los que más han amado al hombre le han hecho siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos los amantes.
Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama.
Es duro, es doloroso, no ser amado cuando se ama todavía, pero es bastante más duro ser todavía amado cuando ya no se ama.
La señal de que no amamos a alguien es que no le damos todo lo mejor que hay en nosotros.
Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.
Cuanto más se ama a un amante, más cerca se está de odiarle.
Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente.
Aprueba a los buenos, tolera a los malos y ámalos a todos.
Hay quien tiene el deseo de amar, pero no la capacidad de amar.
Amad. Es el único bien que hay en la vida.