Más vale solo que mal acompañado.
Uno no se enamoró nunca, y ése fue su infierno. Otro, sí, y ésa fue su condena.
¿Existe el Infierno? ¿Existe Dios? ¿Resucitaremos después de la muerte? Ah, no olvidemos lo más importante: ¿Habrá mujeres allí?
El sexo es la ecuación perfecta pues la mujer eleva el miembro a su maxima expresión, lo encierra entre parentesis, le extrae el máximo factor y por último lo reduce a su mínima expresión.
Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, algunas veces acertamos.
Los amigos son como los taxis, cuando hay mal tiempo escasean.
Cuando somos jóvenes lamentamos no tener una mujer, cuando nos hacemos viejos lamentamos no tener a la mujer.
Engañar al que engaña es doblemente entretenido.
Casarse por segunda vez es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia.
El perdón es la fragancia que derrama la violeta en el talón que la aplastó.